Depresión ¿Cómo identificarla?
La depresión es un trastorno psicológico del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren en la vida diaria de las personas que la padecen durante un período de algunas semanas o más. Una de las dificultades que presenta la depresión es que se trata de una enfermedad que usualmente confundimos con los problemas cotidianos de la vida, por esta razón solemos dejarla pasar mucho tiempo sin atender (10 meses o varios años) hasta que después se complica y resulta más difícil tratarla.
La depresión supone una ruptura real con el funcionamiento general de la persona e impide el funcionamiento cotidiano. Hasta lo más sencillo como arreglarse, cocinar y comer de forma equilibrada, se convierte en un mundo. La depresión conlleva una aminoración visible en todos los registros de la vida cotidiana: vida afectiva, el funcionamiento intelectual, el aspecto físico, los mecanismos vitales y corporales y afecta a la vida personal, familiar, laboral y social. El futuro se contempla como un lugar desolador, y algunos afectados pierden hasta las ganas de vivir. Esta disminución se traduce en una serie de síntomas que persisten durante un largo periodo de tiempo (más de quince días).
La depresión es una enfermedad que puede adoptar muchas formas y prácticamente casi todos estamos expuestos a padecerla, ya que puede suceder en personas de todas las edades: niños, adolescentes, adultos y adultos mayores.
Las causas de la depresión pueden ser diversas y varían de persona a persona. Sin embargo, existen algunos signos y síntomas comunes:
- Síntomas físicos (“siento que no puedo más”): la persona experimenta fatiga y una aminoración general de sus facultades, ya que la persona tiene la sensación de ya no poder reaccionar ante lo que le sucede.
- Vida afectiva (“siento que todo está aplanado”): en la depresión, frecuentemente aparece tristeza intensa, incapacidad para experimentar placer (anhedonia), hipersensibilidad emocional, sensación de abandono, inutilidad y de soledad, irritabilidad, inquietud y ansiedad, ya que aunque los trastornos de ansiedad y la depresión remiten a dos enfermedades diferentes, la ansiedad es un componente frecuente en los casos de depresión. Es experimentado como un miedo sin causa evidente, tanto en el cuerpo como en la cabeza.
- Funcionamiento intelectual (“veo todo negro”): aturdimiento intelectual, disminución de la atención, de la concentración y de la memoria, devaluación de si mismo y sentimiento de culpabilidad, pensamientos negativos, pensamientos en torno a la muerte (la suya o la muerte en general).
- Mecanismos corporales (“siento que todo se desajusta”): degradación del sueño, alteración del apetito (pérdida o aumento significativo del peso), problemas sexuales, síntomas físicos variados, etc...
La persona con depresión suele requerir de tratamiento psicológico y, en ocasiones, farmacológico. Por este motivo, los profesionales de Gabinete Veintiuno, recomiendan que aquellas personas que sufren de estos síntomas o conozcan a alguien que los esté padeciendo, contacten o pidan ayuda a un profesional del ámbito de la psicología para que la depresión sea tratada adecuadamente, no se prolongue demasiado en el tiempo y se eviten complicaciones que puedan poner en riesgo la salud de la persona deprimida.
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